Las relaciones funcionales de los paisajes no pueden perderse ya que ponen en riesgo todas las contribuciones que la naturaleza nos ofrece. Estas relaciones en los sistemas socio-ecológicos permiten comprender que las rupturas y correspondencias entre las condiciones ecológicas y sociales son necesarias para afrontar escenarios de cambio y crisis. Éstas alteran las condiciones de vida o el bienestar, tal como está ocurriendo con el reciente fenómeno global en el marco de una pandemia.

De tal manera, que surge la pregunta sobre ¿qué tanto nos da la naturaleza para enfrentar pandemias como la que actualmente estamos viviendo? La respuesta a esta pregunta es que la naturaleza nos da una protección integral, generando redes de contención para virus, vectores o cualquier otro agente, hace de barrera ya sea para evitar daños por eventos naturales, para contener múltiples patógenos o enfermedades y también para mejorar nuestro bienestar físico y mental. A medida que perdemos esa funcionalidad, perdemos igualmente la protección natural de amplio espectro que la naturaleza nos brinda. Por lo tanto, la conservación de la naturaleza es la acción más efectiva que tenemos a mano. Una naturaleza saludable, es fundamental para mantener la funcionalidad, la productividad y el bienestar del Planeta.

Por lo tanto, es fundamental mantener una biodiversidad más saludable y fortalecer la gestión de los paisajes sostenibles, asociados a mantener la multifuncionalidad, la productividad y el bienestar social para la toma de decisiones. Temas importantes para investigar e implementar múltiples acciones en relación con: (1) los umbrales de no retorno en los cambios de los agro-ecosistemas por pérdida de su multifuncionalidad asociado a riesgos sociales; (2) los efectos de la pérdida de productividad agrícola y ecológica; (3) la pérdida de relaciones funcionales de los elementos de los paisajes con sus respectivos efectos expresados en aumento de pobreza, y (4) su incidencia en la salud humana.  En este sentido, urge tener claro cómo, cuáles y dónde se están perdiendo estas relaciones, para poder tomar correctivos si realmente queremos que nuestros paisajes, transiten hacia sistemas socioecológicos más sostenibles.

Las propiedades de un sistema socioecológico emergen a partir de las interacciones y relaciones entre los componentes y atributos del mismo; donde la principal propiedad de los paisajes es la sostenibilidad. La sostenibilidad o las sostenibilidades de un paisaje deben mantener tres principios que son: la multifuncionalidad, la productividad y el bienestar y cuando hablamos de estos principios en un paisaje, pensamos no solo en el paisaje natural, sino en el paisaje como un todo, aquel lugar donde se desarrolla la vida en todas sus dimensiones. Hay evidencia que demuestra que la salud de los ecosistemas y agroecosistemas está íntimamente relacionada con la salud humana, ya que promueve la multifuncionalidad de los paisajes, asegurando la productividad o la prestación de servicios ecosistémicos importantes para el bienestar humano.

De tal manera, desde el Instituto Humboldt pensamos que es primordial, generar una orientación basada en la concepción de la naturaleza multifuncional de los paisajes y la multiplicidad de estados sostenibles. Esta concepción implica una dinámica de relacionamiento de las diversas “institucionalidades” de los territorios en el abordaje de tópicos comunes y de integralidad conceptual, operativa e instrumental de las políticas sectoriales de los países, hacia estos objetivos; relacionado con la generación de modelos innovadores de desarrollo como nuevos referentes comunes, basados en economías alternativas, fortaleciendo modos y medios de vida de las comunidades locales, donde nuestras soluciones estén basadas en la naturaleza.


Sobre los autores


Olga Lucía Hernández-Manrique

 

Olga Lucía Hernández-Manrique es bióloga de la Universidad del Valle con un doctorado en biodiversidad, conservación y gestión de especies y hábitats de la Universidad de Alicante y actualmente se desempeña como líder de la línea de sostenibilidad de paisajes urbano-rurales del Instituto de investigaciones de recursos biológicos Alexander von Humboldt. 


José Manuel Ochoa

 

Jose Manuel Ochoa Quintero es biólogo de la Universidad de Antioquia con un doctorado en zoología de la Universidad de Cambridge y actualmente se desempeña como coordinador del programa de Evaluación y Monitoreo de la Biodiversidad. 

 

El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt es una corporación civil sin ánimo de lucro vinculada al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS). El Instituto fue creado en 1993 para ser el brazo investigativo en biodiversidad del Sistema Nacional Ambiental de Colombia. En el marco del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, ratificado por Colombia en 1994, el Instituto Humboldt genera el conocimiento necesario para evaluar el estado de la biodiversidad en Colombia y para tomar decisiones sostenibles sobre la misma.

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